Autor: Sergio Porragas
En esta nueva normalidad, las empresas debemos de considerar llevar a cabo cambios permanentes para la salud y la seguridad de nuestra gente, prepararnos con las herramientas necesarias, realizar adaptaciones en las oficinas, aplicar los nuevos modos de colaboración virtual e implementar la modalidad de trabajo híbrido, es decir oficina + home office, para poder aplicar la sana distancia.
Lo anterior ya está en la mente de los trabajadores mexicanos, ya que en una encuesta que realizamos en OCCMundial en diciembre pasado dimos a conocer que a 77% de los profesionistas le gustaría trabajar bajo un modelo híbrido, es decir, con días de trabajo remoto y días de trabajo presencial en la oficina, si es que las condiciones por pandemia lo permitieran.
Cabe destacar que el modelo de trabajo híbrido puede traer beneficios tanto a empresas como a empleados:
Las compañías pueden ahorrar costos al tener oficinas más pequeñas o incluso no tenerlas y alquilar un espacio de trabajo (coworking) una o dos veces por semana, además de garantizar las condiciones de autonomía y flexibilidad de sus empleados que se traducen en mayor satisfacción y productividad.
Los trabajadores pueden gozar de flexibilidad en sus horarios, ahorros en costos de transporte y tiempos de traslado, mayor autonomía, equilibrar su vida laboral con la personal y, a su vez, mantener el vínculo físico con compañeros y superiores de manera presencial.
Lo que es importante considerar es si bajo este modelo combinado las organizaciones están obligadas a apoyar a sus empleados bajo la regulación del home office, aprobada en diciembre del año pasado por la Cámara de Diputados para avalar y regularizar en México el teletrabajo y promulgada en enero de este año. Esta legislación obliga a las empresas a pagar la luz e internet a sus colaboradores, siempre y cuando la persona labore al menos 40% del tiempo desde su casa.
Es así que las empresas tendrán que negociar con los colaboradores y llegar a un acuerdo estipulado en contrato con respecto al esquema de trabajo, sobre todo, el porcentaje de actividades que desarrollarán en casa y las que deberán de realizarse desde el espacio físico de la organización, de modo que el acuerdo sea un ganar-ganar para ambas partes.
Es fundamental que como empresas conozcamos muy bien la ley, trabajemos en los lineamientos internos y adaptemos los presupuestos a las nuevas obligaciones, como es proporcionar los insumos necesarios para que el empleado realice su trabajo de manera óptima, incluyendo lo proporcional al gasto de luz, internet y equipo. Además, hay que considerar que debemos garantizar la capacitación para el trabajo bajo éste y otros esquemas laborales, así como el derecho de nuestros empleados a la desconexión, buscando que tengan un buen balance vida-trabajo para que puedan mantener un equilibrio en la salud física y emocional.
Hoy en día no tenemos certeza de cuándo las empresas podrán retomar sus operaciones como lo hacían anteriormente, lo que es un hecho es que el mundo laboral cambió y la experiencia del trabajo remoto llevará a muchas organizaciones a adoptar el esquema de teletrabajo para algunos puestos laborales e implementar un modelo híbrido para muchos otros.
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